El Día Internacional del Lupus se celebra cada año el 10 de mayo. Esta fecha tiene como objetivo aumentar la conciencia y comprensión sobre el lupus, una enfermedad autoinmune crónica que afecta a millones de personas en todo el mundo.
Como profesionales de la salud queremos destacar la importancia de la investigación, el diagnóstico temprano y el acceso a un tratamiento adecuado para mejorar la calidad de vida de las personas con lupus. Y buscar sensibilizar a la sociedad sobre los desafíos y las dificultades que enfrentan las personas con lupus, fomentando la empatía y el apoyo.
El lupus es una enfermedad en la cual el sistema inmunológico, que normalmente protege al cuerpo de infecciones y enfermedades, comienza a atacar por error los tejidos sanos. Esto conduce a una respuesta inflamatoria crónica que puede afectar la piel, las articulaciones, los riñones, el corazón, los pulmones, el sistema nervioso y otros órganos.
Los síntomas del lupus pueden variar significativamente entre los pacientes y a lo largo del tiempo. Algunos de los síntomas más comunes incluyen fatiga extrema, fiebre, dolor articular y muscular, erupciones cutáneas características, sensibilidad a la luz solar, úlceras bucales y problemas de los órganos internos como los riñones.
El diagnóstico del lupus se basa en una combinación de la historia clínica del paciente, los síntomas presentes, los resultados de los análisis de sangre y las pruebas de imagen. No existe una prueba específica que confirme el lupus, por lo que a menudo se requiere un enfoque integral y la exclusión de otras posibles enfermedades. Cuando el lupus afecta los riñones, se conoce como lupus nefritis, y puede provocar enfermedad renal crónica.
Con lupus nefritis, el sistema inmunológico del cuerpo ataca los tejidos saludables de los riñones, lo que causa inflamación y daño. Con el tiempo, esta inflamación crónica puede llevar a una disminución en la función renal y a la enfermedad renal crónica.
Es importante destacar que no todos los pacientes con lupus desarrollan lupus nefritis o enfermedad renal crónica. Sin embargo, aquellos que lo hacen requieren un seguimiento y tratamiento cuidadosos para preservar la función renal.
El tratamiento de la lupus nefritis y la enfermedad renal crónica en pacientes con lupus generalmente involucra una combinación de medicamentos inmunosupresores para controlar la inflamación y reducir el daño renal. Y son necesarios cambios en el estilo de vida, como seguir una dieta saludable baja en sal y controlar la presión arterial.
El monitoreo regular de la función renal, mediante análisis de sangre y orina, es esencial para detectar cualquier cambio en la función renal y ajustar el tratamiento según sea necesario.
Recuerda estar al día con tu salud y visitar a tu médico regularmente.